01 abril 2008

Deporte, Vida y visión periférica

"Del arco al círculo..."

El arquero no podía fallar. Aprendió a relajar la mente, a regular la respiración, a equilibrar el cuerpo y a tensar el arco mientras sujetaba la flecha, que poco después se desprendía como una caricia entre los dedos desde su propio ser hacia la diana (el objetivo preciado, aquél hacia el cual dedicaba toda su atención). Nada a su alrededor debía distraerlo; sólo él, su arco en él y la flecha como su prolongación instintiva hacia el núcleo de aquel dibujo concéntrico...


"...y del círculo al arco..."

El centrocampista controló el balón de fútbol casi en un tropiezo; jadeando sobre el círculo central, apenas apantallaba con su cuerpo el acecho del contrario cuya respiración sentía en la nuca. Sabía que a treinta metros en distintos ángulos se movían hacia el arco contrario sus delanteros y pretendía hacerles llegar el regalo de un buen pase. Sin observar expresamente a nadie, percibía todos los movimientos a su alrededor, intuía aquéllos que no veía, aguardaba signos de sus compañeros y adivinaba intenciones de los contrincantes. Ponderaba varias opciones a cada décima de segundo y no descuidaba la defensa del balón, cuyo control no debía perder en ningún momento...

Dos deportes, dos personajes, dos formas de mirar y de actuar... Uno, centrando su percepción en el objetivo, ignorando el resto de estímulos; el otro, aparentemente disperso, recibiendo información inconsciente y necesariamente haciendo acopio de toda ella. Dos formas muy distintas de usar la VISIÓN PERIFÉRICA.

¿Que qué es la visión periférica? Te lo recuerdo un poquito:

Los ojos tienen la capacidad de fijar la mirada en los objetos para percibir su forma, color y movimiento con mucha precisión gracias a unas células llamadas conos. Pero además disponemos de otras células (los bastones) que en situaciones de poca luz nos permiten ver como en monocromo, distinguiendo vagamente las formas y apreciando los movimientos de aquello que nos rodea, aunque no esté en el eje central de la mirada. Es la visión periférica.

Cuando hay mucha luz y aparentemente sólo necesitamos de los conos, la información de los bastones queda discretamente encubierta, es casi como si no existieran, salvo por el hecho de que mantenemos un cierto grado de visión periférica.

Sin embargo, cuando los objetivos no tienen una luz clara, o cuando necesitamos mantener la orientación entre docenas de objetos que se mueven, los bastones adquieren su protagonismo. Se puede aprender a potenciar la visión periférica para enriquecer la percepción visual; hay que entrenarse para atender la información de los bastones (ésa que molesta al arquero pero tan bien aprovecha el centrocampista de fútbol).

La vida a veces se nos plantea como si fuéramos arqueros, como si hubiera un objetivo final, un lugar donde clavar la flecha, y todo lo demás no importara nada. Pero yo siento que esto no es así; no debe ser así.

Siento que surgen objetivos, metas, lugares hacia los que moverme, necesidades propias y ajenas que atender... pero también entiendo que debo prestarles atención a otras muchas cosas que ocurren a mi alrededor (o dentro de mí); son muchas las circunstancias, hechos, personas, acontecimientos, objetivos secundarios, intenciones ajenas, pactos, engaños y desengaños, previstos e imprevistos, estructuras y caos que me envuelven en distintos momentos y que también han de formar parte de mi vida.

La forma de entender esto, ¿podríamos llamarla visión periférica de la vida?

Me gusta sentir que un objetivo, por importante que sea, no me acorrala en la llamada "visión tubular" hasta el punto de olvidar otras muchas cosas que están a mi alrededor.


Quizá esto a veces me haga parecer disperso, distraído, o poco constante. E incluso yo mismo me recrimino esos defectos... pero ME GUSTA que ninguna cosa me llegue a absorber totalmente, que nada me impida darme cuenta de lo que sucede a mi alrededor y que eventualmente puede requerir mi atención directa.

Si quieres, vuelve a leer este artículo y mientras lo haces valora:
  • ¿No hay demasiados arqueros en esta sociedad de hoy?
  • ¿Utilizo la visión periférica de la vida? ¿lo percibo?
  • ¿Vivo inmerso en el claroscuro? ¿Lo que me falta es concentración?

¿Cómo lo ves? ¿qué tal andas de bastones?

Ya me contarás.

19 comentarios:

María dijo...

Hola amigo Panflín, como siempre, tus textos son muy interesantes, para reflexionar mucho, y no me extraña que tardes en publicar porque son muy complejos de realizar. La verdad es que este tema es para dialogar en profundidad, pero yo voy a comentarte brevemente según mi modo de ver las cosas.

Recuerdo un libro que leí en el que ponía un ejemplo de un labrador que llevaba un burro e iba con su hijo, y decía algo así como lo que te voy a contar: iban los dos andando y se encontraron con alguien y les dijo: ¿pero vais andandando teniendo un burro?, entonces se montó el hijo del labrador en el burro, y al poco tiempo pasó alguién y les dijo: ¿pero como vas montado tú siendo tu padre tan mayor?, entonces se montó el padre, y poco después pasó alguien y le dijo: ¿pero como no dejas montar a tu hijo que tú tienes la vida ya resuelta?, entonces decidieron montarse los dos en el burro, y al poco tiempo pasó alguien y dijo: pobrecito animal ¿pero no os da verguenza ir montados los dos en el burro? Con esto quiero decirte que cada persona ve las cosas con una visión diferente, tú la puedes ver relativa, y otra persona la puede ver más compleja, todo es cuestión de enfocarla desde el punto de vista de cada cual sin preocuparse tanto por el qué dirá la gente, sino por sí mismoo, porque la única verdad que existe es que la vida es muy corta y lo mejor es intentar ver las cosas desde el punto de vista positivo porque si nos encontramos con un problema y nos hundimos no vamos a adelantar nada, debemos de intentar solucionarle sin darlo tantas vueltas, lo que pasa que es muy fácil decirlo teóricamente, pero cuando se te viene encima algo gordo la visión es tan oscura que no te deja ver el horizonte como te gustaría verlo.

Me encantaría seguir comentando más cosas porque son varios puntos los que tratas en este tema, pero ahora voy a dejar paso al siguiente, no quiero ser egoista jaja, después no va a tener sitio para escribir.

Volveré dentro de nada por tu blog, me encanta.

Un abrazo amigo.

María dijo...

Se me olvidó decirte antes que cuando entraste a mi blog estaba en ese momento de cambios ¿no te mareaste? jjaja, menos mal que al final conseguí algo que me agradó y cambiando la letra para que pudiera leerse, el fondo me gusta cambiarlo de vez en cuando.

María dijo...

Pues nada, que al final, me ha parecido que lo del burro lo debía copiar y ponerlo en mi blog tal y como viene en el libro y lo acabo de poner ahora mismo en mi blog.

Saludos.

Genín dijo...

Muy bien traídas las comparaciones para ilustrar lo que quieres decir.
Yo tuve un glaucoma, que increíblemente se me curó solito, bueno, con las gotitas, pero se curó.
Debía ir periódicamente al Hospital para que por medio de un aparato controlaran mi "visión periférica"
Por eso llego a la conclusión, que todo queda en visión, sea o no periférica.
Por tanto hay que estar muy consciente de ello para evaluar la vida...
Salud, Genín

Panflín dijo...

María:
Veo tu cuento cerca de la antítesis de mi postura: si centras demasiado la atención en algo que debería ser más bien "periférico" (los juicios de los demás), entonces dejas de tener claros tus propios objetivos.
Muchas gracias por visitarme de nuevo, y qué bueno que te haya inspirado para un artículo en tu blog; a veces me siento más inspirador que inspirado. Creo que eso también es bueno. Jeje.

Genín:
Siempre tienes una historia verídica relacionada con cada una de mis elucubraciones.
Sobre todo, me alegro de que el glaucoma se marchase; gracias a eso no tuviste que pasar calamidades para poder escribir en estos lugares. ¡Je!
Un abrazo, y que Dios te conserve todas tus visiones.

El Analista dijo...

Mi querido amigo, decir si hay o no demasiados arqueros seria un poco audaz, yo mismo en determinados momentos me encuentro enfocando la atencion y la vista y en otros me regodeo exprimiendo el máximo de mi visión periférica. Ambas cosas son buenas dentro de cierto equilibrio, mucho delo uno o de lo otro parcializa la visión y no se me ocurre que sea una ventaja, no se, pero así se me ocurre.

María dijo...

Muchísimas gracias por tus visitas a mi blog, por tus palabras, por tu apoyo, y, sobre todo, por haberme sido fuente de inspiración en una entrada a mi blog, tu blog es estupendo.

Un abrazo amigo.

Tere(sa) dijo...

Panflín!! Paso rapidito a agradecer tu vista (te dejé comentario en mi blog), el viernes rindo un exámen (el último en un posgrado que estoy terminando!!!), prometo luego volver por aquí y disfrutar de esta entrada que tiene muy buena pinta
un abrazo
tere

Jerusalem dijo...

Así que gaditano? Yo soy de Cordoba y vengo desde el blog de Genín.
Saludos

María dijo...

En mi blog tienes un regalo para tí, entre todos los blogs amigables.

Un saludo.

Freia dijo...

Me ha encantado tu comparación entre los dos deportistas y nuestra propia vida, por el enlace común de la visión tubular y la períférica.
Ya ves, yo creo que con el paso del tiempo, cada vez damos más importancia a la visión periférica porque relativizamos más las cosas y no somos tan vehementes ni nos apasionamos sólo con un objetivo.
Particularmente, creo que es un regalo hermoso que se adquiere con la madurez. Es cuestión de tiempo el ir desarrollando la capacidad de los bastones, aunque sin olvidar que cierto grado de arquero en la vida tampoco nos viene mal. Nosotros sí podemos aunar las dos cosas.
Siempre es un placer leerte en tus reapariciones. Espero que la vida te siga volviendo disperso en muchos sentidos.

Vicky dijo...

Interesante texto....
creo que yo em hago la vida mas simple que todo eso, aunque a veces interactuemos en cada uno de los casos segun nuestra conveniencia ahora que te leo... pero la vida simplemente la vivo, la asumo con todo lo que me trae sin meditarla a fondo, ya es bastante dura como para de repeso analizarla no crees?
Me gusto tu blog... volveré.
Caricias para tu alma.

Panflín dijo...

Analista:
Sé que ponderas por sabiduría, no por diplomacia mal entendida. Creo, lo mismo que tú, que hay que saber alternar y mezclar ambas visiones.

María:
Me das más de lo que merezco, pero seguro que tú eres tan grande que aún tienes mucho más para dar y repartir. Ya te respondí a lo del premio, que considero un REGALO más que un merecimiento. Gracias de nuevo.

Teresa:
Estás en los últimos días, así que ya te dejé un saludo y mis deseos de suerte y firmeza de cara a tus pruebas inminentes. Te espero.

Jerusalem:
Magnífico tu blog, lleno de historias y enseñanzas. Muchas gracias por tu visita. Espero que sigamos conociéndonos de vez en cuando.

Freia:
Te siento como una persona especialmente sensible y culta, con lo cual me honra que te haya resultado tan sugerente este texto. En realidad, creo que se le podría sacar mucha más punta según quién y cómo lo lea.
He pensado tu exposición y quizá tengas razón: a medida que maduramos aprendemos a valorar más "el camino y su entorno" que "la meta".
Besos.

Vicky:
Bienvenida a este humilde espacio, no tan sesudo como aparenta el artículo actual. Vengo de visitar tu poesía tierna y dulce; así comprendo mejor lo sencillo y cierto de tu comentario: no hay que pensar mucho si el sentimiento es claro.
Gracias por tus caricias; las mías te habrán llegado ya.

María dijo...

Cuando pases por mi blog, no te olvides de recoger el regalo del otro día, del Premio al Blog Amigable.

Un abrazo para un Lunes lluvioso.

La cátedra dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Tere(sa) dijo...

Panflín
una vez más, muy bueno el texto, me viene bien leer algo así después deunos días de mucho strees (mm me parece que no se escribe así..)

La verdad que yo muchas veces me cuestioné por no ser arquero, por ser tan supuestamente inestable, esa situación me generó más de una bronca...
hoy, con algunos años encima, me siento satisfecha con el camino recorrido, creo que el darme la libertad de cambiar el rumbo más de una vez me permitió disfrutar la plenitud de cada momento, quizá actuadno de otra manera hubiera sufrido menos, o no (eso nunca lo sabré)pero aun a pesar del dolor tuve más de una vez la magia en mis manos y en mi alma...

un abrazo

Tere

(por cierto, me fue bien en mi examen.. una etapa concluida)

Panflín dijo...

María:
No te ignoro, amiga; es que soy muy lento en reaccionar para muchas cosas y esto del premio es una de ellas.

Tere:
Me alegra que te fuese bien el examen; espero que la evaluación lo confirme.
También me gusta saber que mis textos, aunque relativamente escasos, son útiles para alguien. A mí me sirven para sacar ideas que, una vez revestidas de palabras, parecen tener un significado más universal.

Gracias por venir.

María dijo...

Amigo Panflín aunque no hayas puesto una nueva entrada te dejo mi huella y te deseo un feliz domingo lleno de luz y bienestar.

Un abrazo.

Vicky dijo...

Pensar con profundidad no es malo.... pero a mi modo de ver, no crees que ya bastante seria es la vida y a veces no muy agradable como para analizarla? jajajajaj no me hagas caso, soy mas sentimiento que razón lo habrás notado.
Caricias para tu alma.